Si existe un deporte que está por encima del resto, éste es el fútbol, de ahí que sea considerado el “Deporte Rey”. Lo interesante del fútbol es por qué tiene tantos seguidores en tantísimos países.
Jugar un partido de fútbol, requiere
muy pocos condicionantes, y puede llevarse a cabo, prácticamente en cualquier
parte, con una pelota, pueden participar un nutrido número de personas, y este
número es variable en función de las personas que están dispuestas a jugar.
Otra de las características del futbol, es que es un deporte de equipo, y todos los participantes ponen a disposición del grupo sus habilidades y conocimientos, haciendo a todos los miembros del equipo partícipes de la victoria o de la derrota, ningún jugador, por bueno que sea, podría ganar un partido jugando únicamente él (o ella). Tan importante en un equipo es el delantero como el portero, pasando por todos los puestos, incluso un papel importante juega aquel jugador que no tiene el rol de jugador titular pero ayuda a cohesionar al equipo. Y es que un equipo que juega, ordenado, cohesionado y donde cada participante cumple con su función, es imbatible frente a un equipo plagado de estrellas individuales que pretenden brillar por sí mismas eclipsando al resto de sus compañeros.
Si estamos de acuerdo de la importancia de cada miembro del equipo en la calidad del juego que despliega en el campo, es llamativo que se entreguen premios individuales en un juego colectivo, como son el “balón de oro” o la “bota de oro”. ¿Podrían los ganadores de estos galardones brillar si no fueran “ayudados” por sus compañeros en su función? Sabemos que eso no sería posible.
Otra de las características del
fútbol que lo hacen tan interesante es que se necesita un trabajo duro para
poder conseguir los objetivos propuestos, y este trabajo es invisible y del que
solo se ve el resultado obtenido el día del partido.
Podríamos decir que un equipo de
fútbol es una metáfora de la sociedad. El trabajo de cada miembro de la
sociedad es fundamental para que la sociedad funcione, se requiere un trabajo
callado y constante para poder tener resultados óptimos, toda aquella persona
que destaque lo hará gracias al trabajo de todos aquellos que trabajan
calladamente en oficios menos “vistosos” pero que son imprescindibles para que
la sociedad funcione (esto quedó claro durante el confinamiento), todo el mundo
debe tener clara cuál es su función y una sociedad cohesionada funcionará mucho
mejor que una donde cada uno vaya a lo suyo. Una sociedad donde impere el lema
“sálvese quien pueda” está abocada al fracaso.
Quizás ese sea el éxito del fútbol
como deporte, que podemos sentirnos reflejados como miembros de la sociedad.
“Ningún jugador es tan bueno como todos juntos” Alfredo Di Stefano
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