25 MILLONES DE INMIGRANTES

 

El pasado 30 de abril la prensa económica se hacía eco del “Informe anual de 2023” publicado por el Banco de España, donde se exponía que para el 2053 España necesitará de 25 millones de inmigrantes más de los que ya hay en nuestro país para poder sostener el sistema económico debido al envejecimiento de nuestro país.

Que el máximo organismo económico de nuestro país haga esta predicción no es baladí, de ahí que sorprenda los discursos xenófobos de aquellos partidos políticos que se presentan como los defensores del liberalismo económico.

Las dificultades existentes para llegar a España desde países considerados “pobres” solventando todas las trabas burocráticas para poder hacerlo de forma regular hace que muchas de las personas que deciden venir a Europa, lo hagan jugándose la vida, poniéndose en manos de mafias que cubren las necesidades que no cubren los Estados a los que se pretende viajar. Las trabas administrativas no son un impedimento para que el flujo migratorio siga fluyendo.

Así que, teniendo constancia de estas dos realidades me hago la siguiente pregunta: Si España necesita muchos más inmigrantes de los que llegan ¿por qué no se facilita la llegada de éstos por vías legales?

Una persona que se encuentra en nuestro país de forma irregular no tiene derecho a ninguna ayuda, ningún subsidio, por lo que se ve obligado a trabajar bajo cualquiera de las condiciones que se le presente, no tiene ningún derecho laboral, no se puede sindicar, no está sujeto a un horario laboral, no tiene derecho a bajas médicas, etc., en definitiva son fácilmente explotables.

Llegar a obtener la documentación que acredite el permiso de residencia y trabajo en nuestro país es un laberinto burocrático del que difícilmente podrá salir una persona de origen extranjero sin ayuda, por lo que su situación puede verse abocada a la irregularidad por tiempo indefinido.

La inmigración irregular (que es irregular porque el Estado no facilita vías legales y seguras para que las personas puedan llegar a Europa) sigue existiendo porque así se dota de mano de obra joven, barata, con una extraordinaria capacidad de trabajo y sin la capacidad para protestar por las condiciones de semiesclavitud que en algunas ocasiones soportan.

Las vallas y las barreras burocráticas no van a detener una inmigración que España necesita, solo hace que estas personas sean explotadas como en otro tiempo fueron explotados nuestros padres o nuestros abuelos.

Nativa o extranjera, la misma clase obrera

“1.Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.” Artículo 13.  Declaración Universal de los Derechos Humanos