Cuantas veces
hemos oído: “No hables tan alto que no sabes quien te está escuchando”, “No te
señales”, “No vas a encontrar trabajo diciendo eso”, “el día de las elecciones
es cuando tienes que protestar” y tantas frases similares a la hora de hablar
de las barbaridades que está cometiendo la derecha con el pueblo.
¿Cuánto miedo
existe aún en la gente? Se identifiquen con la izquierda o no, la derecha
mantiene su alo de impunidad, no solo avalado por el voto inconsciente o
desinformado de muchos ciudadanos, sino con el silencio cómplice de la gente
que no los vota y posiblemente no los votará en la vida.
Tras “innumerables” casos de
corrupción, infinidad de miembros del Partido Popular en la cárcel, otros tantos investigados o imputados, no
debemos permanecer callados por miedo, el miedo lo deben tener ellos. Al fin y
al cabo ellos son los que están “masacrando” a la población, a los que
realmente levantan este país, con su esfuerzo, con su impuestos, a fin de
cuenta con su trabajo (sea remunerado o no).
Para poder
transformar este país, primero hay que perder el miedo, alzar la voz, y llamar
a cada cosa por su nombre, un ladrón es un ladrón, independientemente se vista
de chándal o de traje.
¿Cómo podéis
permanecer en silencio mientras se ríen de nosotros en nuestra cara? ¿Cómo
aguantáis que el ladrón de Urdangarín viva a cuerpo de rey en Suiza con nuestro
dinero? ¿Cómo no os rebeláis al saber que el ladrón de Fabra ya está en la
calle? ¿Cómo no estáis rojo de ira al ver como disminuyen vuestros ingresos y
los suyos cada vez son más altos? ¿Cómo os sentís al oír al presidente del
banco BBVA decir que os tenéis que bajar el sueldo un 7% mientras él gana
15.470 € AL DÍA?¿Cómo aguantáis que el día que tenéis que devolver a hacienda
en la declaración de la Renta tengáis un mes de plazo y si no lo hacéis os
cobren unos intereses indecentes mientras a ellos le hacen amnistías fiscales?
¿cómo os sentís cuando con vuestro trabajo no llegáis a fin de mes? ¿Añoráis a
vuestros familiares que han tenido que emigrar en busca de un futuro mejor?
Ningún cambio
será posible sin presión social, y para eso hay que perder el miedo a llamar a
las cosas por su nombre.
El camino hacia una mejor sociedad vendrá cuando el
miedo cambie de bando, y los que tengan miedo sean los que roban el futuro al
pueblo.
Salud.
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