Nos
encontramos en plena precampaña electoral a las elecciones presidenciales en
Alemania, y como es normal, los distintos partidos van tomando posiciones para
afrontar la cita que tendrá lugar el próximo 24 de noviembre de este año.
Como todos
sabemos durante esta legislatura el Partido Socialdemócrata Alemán y el Partido
Demócrata Cristiano han sido socios de gobierno en el país teutón, pero con la
aproximación de la cita electoral es el momento de tomar distancia para poder
afrontar el nuevo ciclo.
El primero en
posicionarse fue el Partido Socialdemócrata Alemán que el pasado 24 de junio
anunció que no firmaría ningún pacto de gobierno con los conservadores, a no
ser que se contemplara el matrimonio igualitario en la legislación alemana, en
palabras del socialdemócrata, Heiko Maas, actual Ministro de Justicia: “El SPD no va a firmar ningún pacto de
coalición de Gobierno en el que no se contemple el “Matrimonio para todos”.
Esta es una cuestión de justicia”, unas declaraciones hechas en las
postrimerías de la celebración del día del Orgullo Gay que se celebraría el 28
de junio, cuatro días después lo que le granjeó la simpatía de los círculos
progresistas alemanes, indicando así las líneas ideológicas en las que iba a
encuadrarse la campaña electoral del SPD, distanciándose de los conservadores
de Merkel y de los sectores más reaccionarios de Alemania. Posicionando al
Partido Socialdemócrata como los adalides de la libertad, conscientes del mal
momento que atraviesa la socialdemocracia europea.
Cual fue la
sorpresa de todos, cuando seis días más tarde, el 30 de junio del 2017, el
Parlamento alemán aprobaba el Matrimonio Igualitario por mayoría, con el voto
en contra de la propia Canciller, Angela Merkel.
Pero analicemos
la situación y el porqué de estos hechos.
Con la
aprobación de esta ley, el Partido Democristiano rompe frontalmente la
estrategia de campaña de los socialdemócratas, dejando sin argumentos
diferenciadores a los progresistas de los conservadores, el voto en contra de
Angela Merkel le da el “lavado de cara” suficiente ante los votantes
conservadores alemanes posicionados contra el “Matrimonio Igualitario” ya que
ella es la cara visible del Partido Conservador, igualmente se asegura un
posible socio de un futuro gobierno repitiendo la Gran Coalición de esta
legislatura.
Para los
conservadores la aprobación de esta ley no supone el más mínimo desgaste
electoral, mientras que para los socialdemócratas pierden un foco de
diferenciación con los conservadores con los que han cogobernado durante estos
cuatro años, con una socialdemocracia en crisis y sin expectativas de ser
opción de gobierno.
El caso alemán
es un claro ejemplo de la pérdida de identidad de la socialdemocracia europea,
que si en sus orígenes tuvo como objetivo superar el sistema capitalista
utilizando los mecanismos que facilitaba la democracia burguesa, a día de hoy
se ha convertido en uno de sus fieles protectores sin que los ciudadanos vean
la diferencia entre los conservadores y los socialdemócratas. Mientras
liberales y conservadores se dedican a gobernar para las grandes
multinacionales, la socialdemocracia pretende ganarse el favor de los
ciudadanos con propuestas de artificio, que no llevan a un cambio
socioeconómico en beneficio de la mayoría.
A la derecha
europea y mundial, le da igual que las personas del mismo sexo se puedan casar,
sean o no religiosas, sean blancos, negros o amarillos, ya que todos somos
simples consumidores y como tal nos tratan.
Durante la
campaña electoral española de 2011, durante el programa televisivo “Tengo una
pregunta para usted” donde los ciudadanos preguntaban a los candidatos a la
Moncloa los temas que verdaderamente les preocupaban un ciudadano preguntó, al
entonces candidato por el Partido Popular Mariano Rajoy, si podría casarse con
su novio si él ganaba las elecciones ya que la boda la tenía concertada para
después de éstas, a lo que el candidato popular le respondió que podía seguir
los preparativos de la boda que se podría casar sin problemas. Hay que recordar
que el matrimonio igualitario es legal en España desde el 3 de julio de 2005 y
que el Partido Popular realizó una importante campaña en contra de éste.
La
socialdemocracia europea ha perdido toda confianza de la ciudadanía, ya que ha
servido para apuntalar las políticas neoliberales contra el beneficio de la
mayoría social, debe de dejarse de políticas superficiales y volver a sus
orígenes ideológicos, realizar propuestas rupturistas que sean inaceptables
para los defensores de las políticas neoliberales que tanto daño están haciendo
a la ciudadanía, hablar de la nacionalización de los sectores estratégicos y de
políticas sociales reales, que confronten directamente con la gestión económica
de cualquier país.
Me alegro
enormemente de la aprobación del Matrimonio Igualitario en Alemania, pero creo
que ha sido un error estratégico por parte del SPD la manera de plantearlo y ha
dejado que los conservadores les metan un gol por toda la escuadra.
Salud.
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