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miércoles, 3 de octubre de 2018

EL DINERO TODO LO PUEDE


La concepción, hace tiempo que dejo de ser un acto meramente físico, en la actualidad existe métodos científicos que pueden hacer que una persona tenga descendencia. Sin embargo, una de ellas no deja de ser polémica, por las relaciones socio-económicas que establece. Me refiero como ya habrán imaginado a la gestación subrogada.

El término “gestación subrogada” no deja de ser un eufemismo, de la compra de un bebe con carga genética de al menos uno de los miembros de la pareja. Como la ciencia aún no ha podido resolver de manera satisfactoria el “recipiente” para el cigoto de los clientes, el papel de la mujer es fundamental para poder satisfacer la demanda de “hijos/as a la carta”.
Este nuevo modelo conceptivo se vislumbra como un lucrativo negocio, por todos los factores que deben participar en él, es por ello que intenten vendernos el sistema a través de personajes que la sociedad tiene como modelos de éxito, normalizando la actividad.
Así personajes como Ricky Martin, Miguel Bosé, Javier Cámara, Miguel Poveda o Elton John, entre otros, han recurrido a la gestación subrogada para poder ser padres. Todos han expresado, en distintos medios  de comunicación, la felicidad que les ha supuesto poder ser padres.

Pero, ¿qué hay de las “madres-recipientes”?, ¿Por qué no sale a la luz el importe cobrado por “alquilar” su útero? ¿qué motivaciones la llevaron a hacerlo? ¿habría el mismo número de mujeres dispuestas a parir un bebe para otra pareja si no hubiera contraprestación económica?
Entiendo, que este es un caso más en el que el dinero compra hasta lo más íntimo de las personas para beneficiar a las clases más pudientes.
Hace pocos días, se difundía a través de las redes sociales, los comentarios de un tertuliano que acaba de “disfrutar” de estos servicios que decía que no sabía cómo iba a llamar a su hijo, que estaba pensando (en tono de broma) llamarlo “Alta gama” como a los coches de lujo, por el precio que le había costado, un comentario de mal gusto, se mire por donde se mire, pero que deja claro la percepción que tiene de “haber comprado” un hijo como si de un coche se tratara.


Al profundizar en las noticias relacionadas con este tema, no he podido dejar de acordarme de la obra de Aldous Huxley “Un mundo feliz”, si la han leído comprenderán el porqué, si no lo han hecho, léanla, y pregúntense después si ese es el mundo que queremos construir.
“La igualdad no significa que todos tengamos la misma riqueza, sino que nadie sea tan rico como para poder comprar a otro ni que nadie sea tan pobre como para verse forzado a venderse” Jean Jacques Rousseau

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