Hace noventa años, Adolf Hitler a la cabeza del partido nazi se hacía con el poder en Alemania, es fácil oir que Hitler ganó unas elecciones, de ser esto cierto ¿Cómo fue posible que en un sistema democrático triunfara la barbarie nazi? ¿Todos los alemanes se volvieron locos seguidores de un sociópata como Hitler? ¿Cuál fue el caldo de cultivo que propició la victoria nazi?
En realidad Hitler, nunca ganó unas elecciones democráticas. En enero de 1933, el partido nazi obtuvo el 11% de los votos, pero debido a la inestabilidad política, los partidos conservadores propusieron a Hiddenburg que nombrara a Adolf Hitler canciller, con la idea de utilizarlo para sus propios fines, en ese parlamento, el partido nazi solo tuvo dos miembros, en febrero de 1933 el Reichstag arde y el partido nazi, se apresura a culpar a los comunistas del incendio, el único apresado es ajusticiado tras un juicio con escasas garantías, comienza la persecución de opositores al nazismo con el objetivo de acabar con cualquier oposición política para las siguientes elecciones. El 5 marzo hay nuevas elecciones y el escrutinio se divide entre partidos de izquierdas que obtienen el 30% de los votos y el partido nazi no obtiene la mayoría deseada.
El 15 de marzo
se prohíbe el partido comunista y se endurece la represión, las cárceles se
llenan y comienzan a construirse los primeros campos de concentración.
El 23 de
marzo, el parlamento otorga a Hitler la capacidad de legislar sin oposición del
parlamento. El golpe de estado se ha consumado. Lo que siguió es de sobra
conocido por todos.
Previamente existe un caldo de cultivo que favorece todos estos acontecimientos: el antisemitismo era una corriente ideológica común en europa desde el siglo XIX, recomiendo que vean la película de Roman Polanski “El oficial y el espía” sobre el caso Dreyfus, que dio pie al famoso artículo de Emile Zola “Yo acuso”. Las humillantes sanciones impuestas por los vencedores a Alemania en el Tratado de Versalles, tras la primera guerra mundial, incentivó un nacionalismo exacerbado, corrientes filosóficas encumbraban el Darwinismo Social que justificaba el racismo y la división de los seres humanos en razas. El carisma de Hitler, como político joven, impetuoso y con una gran oratoria, que culpaba sin tapujos a los “culpables” de la situación de Alemania, que pregonaba la unidad nacional y prometía soluciones para la mejora de la situación de la población, junto con una estudiada propaganda, facilitaron que, llegado el momento, el partido nacionalsocialista alemán se hiciera con el poder.
No fue locura
lo que vivió el pueblo alemán en los años treinta, fue producto de un número de
situaciones, sumadas a la justificación “filosófica” y “científica” lo que permitieron
ver con normalidad todo lo que sucedió después.
Es un tema tan
complejo como apasionante, les invito a profundizar en los motivos del
surgimiento del nazismo, conocer la historia nos vacunará contra los horrores
del pasado.
“Allí donde la violencia se une con el
poder, se da un incremento inmenso del potencial de violencia, impulsado por el
poder de un espacio organizado, crece y se despliega siempre a costa de dicho
poder” Hannah Arendt.
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