Dice una de esas frases que circulan por internet que “somos el resultado de los libros que leemos, los cafés que disfrutamos, los viajes que hacemos y las personas que amamos” yo diría aún más, los libros que no leemos, los cafés que posponemos, los viajes que no realizamos y las personas que detestamos también inciden en la persona que realmente somos. De alguna u otra forma nuestra realidad se conforma por la influencia de lo que nos rodea, por lo que podríamos llegar a la conclusión de que si a nuestro alrededor existe la armonía, nosotros tendremos una existencia placentera.
Siempre he defendido que nuestra
personalidad, nuestros intereses, nuestros gustos, en definitiva, nuestra
realidad se construye en sociedad, por lo tanto, cuanto más justa, amable y
equitativa sea ésta, mejores personas seremos.
En estas fechas, los deseos de hacer el bien se multiplican, se proponen nuevos y loables objetivos para el año que comienza, lamentablemente un sistema que se basa en la exaltación del egoísmo individual (no lo digo yo, lo dice Adam Smith en “La Riqueza de las Naciones”) en poco tiempo acabará aplastando todos esos buenos objetivos y el rodillo de la realidad del día a día nos aplastará nuevamente.
De todas formas, mientras el “espíritu navideño” aparezca, al menos, una vez al año, existe la esperanza de que el ser humano, vuelva a ser el que fue (parafraseando el himno de Andalucía), no en vano todos los historiadores coinciden en que el ser humano ha evolucionado socialmente con mayor velocidad cuando ha colaborado entre sí, lo que nos hace pensar que la feroz competencia a la que nos hemos acostumbrado es “antinatural”.
La pandemia que aun sufrimos, nos ha
demostrado que trabajando juntos podemos superar cualquier eventualidad, sin
embargo, parece que el Grinch del capitalismo vuelve a enfrentarnos unos a
otros, solo hay que ver cualquier telediario.
Me gustaría concluir, deseando que el
espíritu de la navidad dure todo el año, que los buenos deseos de estos días,
se cumplan en su totalidad, que las injusticias que el propio sistema genera,
con el único objetivo de enfrentarnos unos a otros, desaparezcan, y que haya paz
en la tierra a los hombres (y las mujeres) de buena voluntad.
Y como voluntad no falta. Tengan
ustedes una Feliz Navidad.
“Al final del día, no se trata de lo
que tienes o incluso de lo que has logrado. Se trata de lo que has hecho con
esos logros. Se trata de a quién has elevado, a quién has mejorado. Se trata de
lo que has devuelto” Denzel Washington.
Manuel
Carmona Curtido
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